Son muchos los mitos y leyendas que rodean al pescado de piscifactoría. Unos apuntan a que toman muchos antibióticos para evitar enfermedades, otros a que son pobres en nutrientes, etc. etc. En el post de esta semana intentaremos aclarar qué hay de cierto y qué de mentira en todo ello.
Siempre que leemos la palabra “salvaje” en la etiqueta de algún pescado en nuestra pescadería o en el menú de un restaurante, pensamos que va asociado a la calidad, la excelencia, etc. No es de extrañar ya que la inmensa mayoría de doradas, truchas o lubinas de nuestro país vienen de piscifactorías. Su enorme abundancia contrasta con la escasez de pescado “salvaje”, con lo que éste se convierte en sinónimo de exclusividad y enseguida se le atribuyen características como un mejor sabor, ausencia de grasa, etc.
Hay características contrastables, como el valor nutricional, y otras más subjetivas, como el sabor o la textura. Lo que es incontestable es que los productos procedentes de acuicultura en España o la Unión Europea cumplen con una normativa con estrictos estándares de calidad. Sin embargo, en el resto del mundo hay legislaciones diferentes.
¿Es el pescado de piscifactoría peor nutricionalmente hablando? No, al igual que no lo son la ternera gallega o el jamón de Jabugo, que también han sido criados en granjas. Hay experiencias en las que reconocidos chefs no han sido capaces, en una cata a ciegas, de distinguir un pescado de piscifactoría de uno salvaje. El pescado de granja sigue siendo una fuente de proteínas, minerales y omega 3.
¿Es más seguro el pescado salvaje que el de granja? No. El pescado de piscifactoría está sometido a numerosos controles (agua, piensos, tóxicos, etc.) mientras que con el salvaje no se puede controlar lo que come, por lo que en algunos observamos ciertos niveles de mercurio, aunque no superan lo establecido por las autoridades. En cuanto al anisakis, aunque no es posible certificarlo aún legalmente con lo que quedarían exentos de la obligación de congelarlos, los pescados procedentes de acuicultura están libres de dicho parásito.
¿Todos los pescados de piscifactoría saben igual? No. Ni todos son iguales ni saben igual. El método de cría puede variar de unas granjas a otras. Las hay ecológicas, por ejemplo, que garantizan que la alimentación será completamente natural y sin antibióticos, porque sí, en las piscifactorías está autorizado el uso de ciertos antibióticos, sólo en casos muy excepcionales, aunque ya se están implementando sistemas alternativos y naturales que evitan que cuando un pez enferme, todos los demás lo hagan también.
Nuestra generación será, probablemente, la última en disfrutar de la pesca como tal. El futuro está en la acuicultura total, como ya ocurre con la ganadería. Lo mejor es que disfrutemos de ella con tranquilidad y seguridad. No olvides que en Pescadería El Cantil te ofrecemos el mejor producto de temporada, salvaje o procedente de acuicultura.
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