“La reina de la Barbacoa y la Parrilla”. Así podríamos describir a la sardina del Cantábrico. Sardina y Verano van de la mano. En España se consumen dos subespecies, la del Atlántico y la del Mediterráneo, de la misma familia que el arenque, la anchoa y el sábalo. Es uno de los pescados azules que más se consumen. El sabor de las sardinas del Cantábrico suele ser más intenso y valorado que el de las capturadas en las aguas cálidas y saladas del sur.
La sardina, y la del Cantábrico en particular, es un elemento estrella para nuestras brasas, sano y barato, rico en omega3, fósforo, potasio y vitaminas. Los meses de julio y agosto son donde más se disfrutan, por su calidad y tamaño. Las del Cantábrico son de mayor tamaño que las Malagueñas, muy apreciadas para asar en espeto.
Para la parrilla, o unas buenas brasas, elegiremos sardinas grandes y carnosas. Las asaremos enteras, sin quitar ni escamas ni visceras, aunque las retiraremos una vez cocinadas. Dejaremos que el fuego no tenga llama, colocando las sardinas sobre la brasa incandescente. Su grasa empezará a gotear provocando pequeñas llamaradas y humo, lo que dará a la sardina un exquisito sabor. Hay que estar atentos de ir dándole vuelta y sacarlas antes de que se chamusquen. También podemos utilizar una de estas parrillas que nos permiten dar la vuelta a todas a la vez. Tienen que quedar jugosas por dentro y crujientes por fuera y lo que más se disfruta es comerlas con los dedos.
Para que nos salgan enteras y que no se peguen, las sardinas deben estar bien secas, usar una cantidad generosa de sal y poco aceite. En Pescadería El Cantil estaremos encantados de atenderle, ofreciéndole el mejor género en su mejor época. Estamos de vacaciones del 1 al 21 de agosto.
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