Aunque puede encontrarse todo el año, las estaciones cálidas son la mejor época para la pesca de las sardinas. Esta época es cuando las aguas superficiales son más cálidas, el plancton es más abundante y la sardina engorda y acumula grasa, que acentúa el sabor y el aroma.
La sardina es un tipo de pescado azul muy consumido en nuestro país. Es conocido por las numerosas propiedades y el precio asequible que tiene, y está estrechamente emparentada con los boquerones y arenques. Es una especie de una extraordinaria importancia comercial y tan abundante en el Mediterráneo que dio su nombre a Cerdeña (denominación del latín sardinae). También se las conoce como parrocha en Asturias, parrotxa en el País Vasco o panocha en Andalucía. Se suele comercializar, sobre todo, fresca y en conserva.
Valor nutricional
En cuanto a sus valores nutricionales, la aportación de ácidos grasos poliinsaturados Omega-3 que nos aporta una ración casi cubre el 100% de la cantidad diaria recomendada. Lo mismo ocurre con su contenido en fósforo. También es importante su contenido en yodo y magnesio. Las sardinas también nos aportan vitaminas liposolubles, como la vitamina E y D. Éstas favorecen la absorción de calcio y su fijación al hueso y regula el nivel de calcio en la sangre.
Por todas estas propiedades, y muchas otras, es aconsejable incluirlas en nuestra dieta, por muy desagradable que nos resulte su aroma al cocinarlas. Seguro que con alguna de las siguientes propuestas que os hacemos encontraréis una forma de prepararlas que os convencerá a consumirlas semanalmente.
Hay muchas maneras de preparar las sardinas pero te recomendamos que las pruebes en escabeche, ahumadas, al horno, en vinagre, al papillote, a la parrilla/plancha y por supuesto el tradicional espeto. Pregúntanos y te ayudaremos a prepararlas.