La sepia, conocida también como “jibia” o “choco” dependiendo de su tamaño y ubicación, y el calamar, son ambos miembros del grupo de los cefalópodos, que incluye también a los pulpos. Estos animales se caracterizan por tener tentáculos y la sorprendente habilidad de cambiar de color cuando se sienten en peligro. Aunque comparten varias características, la cantidad de tentáculos puede variar entre las especies. Ambos son muy apreciados en la gastronomía y admiten una gran variedad de preparaciones.
En cuanto a su valor nutricional, tanto la sepia como el calamar son ricos en minerales como el yodo, zinc, calcio y selenio. Además, contienen vitaminas A, B y E, lo que los convierte en alimentos nutritivos. Son también una excelente fuente de proteínas, ideales para dietas equilibradas y para quienes buscan controlar su peso. Sin embargo, debido a su alto contenido de sodio, la sepia debe consumirse con moderación en personas con hipertensión. También es recomendable limitar su ingesta si se tienen problemas de colesterol elevado.
¿Pero qué diferencias hay entre estos dos cefalópodos? La sepia tiene un cuerpo más ancho y cuenta con 10 tentáculos que miden entre 30 y 40 cm. Por su parte, el calamar tiene una forma más estilizada, similar a una flecha, con 8 brazos y 2 tentáculos más largos, y puede alcanzar los 60 cm de longitud. Otra distinción importante está en el “hueso” interno, que en el caso del calamar es una estructura cartilaginosa, delgada y flexible llamada pluma. En la sepia, este hueso es más corto, blanco y calcáreo, conocido como la concha o hueso de sepia.
Ambos productos son esenciales en la cocina mediterránea. El calamar es popularmente frito o rebozado, como en la clásica preparación “a la romana”. También puede disfrutarse a la plancha, acompañado de perejil y ajo, o incluso relleno en estofados. La sepia, por otro lado, se suele preparar a la plancha, cuidando de no sobrecocinarla para evitar que quede dura, o en tiras fritas, comúnmente llamadas choco frito. En Huelva, un plato típico que resalta el sabor de la sepia son las albóndigas de choco, una delicia que combina tradición y sabor mediterráneo.
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